miércoles, 25 de agosto de 2010

Operación intensiva: Macri anuncio el complejo hospitalario sur


Revista veintitres, 5 de agosto de 2010

La controvertida iniciativa de Techint de fusionar tres nosocomios conlleva una inversión de 172 millones de dólares que, además, libera tierras fiscales para negocios inmobiliarios y no da garantías de salubridad.

El martes 3 de agosto, Mauricio Macri convocó a conferencia de prensa. Pero no se trató de un nuevo capítulo en el escándalo de las escuchas ilegales. Esta vez, ante cámaras y micrófonos, el jefe de gobierno porteño se mostró exultante. “Enviaremos a la Legislatura porteña el proyecto del Complejo Hospitalario Sur”, anunció. Más allá de la sonrisa de ocasión, la unificación de los hospitales Muñiz, Udaondo y Ferrer sigue bajo sospecha y no es motivo de alegría para los afectados.

Tal como publicó Veintitrés el 10 de junio pasado, se trata de una controvertida iniciativa de Techint: fusionar esos tres nosocomios conlleva una inversión de 172 millones de dólares que, además, libera tierras fiscales para negocios inmobiliarios y no da garantías de salubridad.

El lanzamiento del complejo sanitario –que ocupará el predio de 68.792 metros cuadrados donde actualmente funciona el Muñiz y dispondrá de 120 consultorios y 593 camas– se realizó luego de que el ministro de Salud, Jorge Lemus, firmara un acta acuerdo a fines de julio con las cúpulas de los gremios involucrados: la Asociación de Médicos Municipales, Sutecba y UPCN. Las bases, en cambio, rechazaron el convenio y acusaron a los sindicatos de traición. “Todo lo que está pasando es muy angustiante”, reflexiona Alicia Barrera, una de las pocas médicas del Muñiz que se animó a revelar su nombre ante el temor a represalias. “Hace 32 años que trabajo en el hospital y vi muchas cosas, pero jamás una como esta. Nuestro gremio nos traicionó porque firmó a espaldas de los trabajadores un acuerdo con el Gobierno de la Ciudad. La gran mayoría de los médicos del Muñiz no estábamos de acuerdo con la unificación.”

Esa postura quedó de manifiesto en una solicitada que confeccionó el personal médico, tras una asamblea, pero nunca llegó a difundirse por decisión de la cúpula gremial. “Mientras se lleve a cabo el denominado ‘master plan’ –denunciaba la proclama–, la desinversión que se acentuó en los dos últimos años, llevó a clausurar el 50 por ciento de las camas de terapia intensiva (...). La falta de mantenimiento y equipamiento es notoria (...) El ‘master plan’ significa privatización, desinversión, achicamiento, pérdida de identidad.”

Pero esto no todo. Mientras Macri sonreía para los flashes durante la conferencia, sus diputados en la Comisión de Salud se negaban a apoyar un pedido de informe sobre el megaproyecto sanitario, para saber con qué criterio se firmó el convenio y cuál sería la deuda contraída con Techint.
“El Ejecutivo le pagaría en contraprestación a la empresa con la concesión del mantenimiento del hospital. Pero los números no cierran”, explicó la legisladora Gabriela Alegre, de Encuentro Popular para la Victoria. El presupuesto porteño destina 172 millones de pesos anuales para mantener a los 33 hospitales de la ciudad. Si se tiene en cuenta que para el Complejo Hospitalario Sur se prevé una inversión de 172 millones de dólares, el mismo terminaría de saldarse recién dentro de 40 años. Para Alegre, “es un gran negocio. Por eso, hay que averiguar qué destino les darán a los otros predios y cuáles serán las consecuencias sanitarias de unificar patologías tan disímiles como la pulmonar, la gastroenterológica y la infecciosa”.

Al cierre de esta edición, el proyecto no había ingresado a la Legislatura. Pero, una vez más, como sucede con la investigación por el espionaje, el debate en el recinto dará la última palabra.

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