miércoles, 6 de julio de 2011

Macri: "¿Por qué nunca me preguntan cosas de sexo?"

En una entrevista "sin cassette" con lanacion.com, Mauricio Macri habla de todo, aunque su prioridad es hablar de sexo... Pero como no puede, habla -por ejemplo- de su desprecio por la universidad pública y amenaza a 6,7,8.

Sin cassette... Se supone que esa era la consigna de la entrevista que mantuvieron Mauricio Macri y La Nación, que se publica hoy bajo el llamativo título "6,7,8 no se vio en ningún lugar del mundo". Se trata, obviamente, de un encuentro realizado en el marco de la campaña electoral cuyo primer round será el domingo próximo en la Ciudad y en la cual Macri busca reelección.

De entrada, nomás, Macri definió dónde juega de local: el paseo entre periodista y candidato se realizó en Recoleta, donde el jefe de Gobierno porteño se siente cómodo (casi como en TN) aunque, según él, "yo juego de local en el sur", adonde, sin embargo, prefirió no ir...

Aún allí, en la zona más rica de la Ciudad y donde se concentra la mayoría de los votantes macristas, hubo algún automovilista que le gritó: "¡Macri vago!", a lo que él respondió tirando un beso, según relata la entrevistadora.

Como está ocurriendo con los debates públicos a los que prefiere no ir, sobre todo en territorio enemigo como es la universidad pública, el líder del Pro trató de evitar la cuestión central, política. Antes comenzar la entrevista, dijo: "Hablemos de sexo... ¿Por qué nunca me preguntan cosas de sexo?", pidió a la entrevistadora.

Luego de informar que no usa el transporte público desde que era adolescente y de afirmar que siente "un vacío" con el descenso de River, agradeció a su padre, Franco Macri, por no hablar mal de él... "Por ahora viene bien. ¡Está callado, eh!"

Claro, es que "después del último episodio público, que no fue lindo -dijo Mauricio-, tuvimos una conversación y las cosas quedaron claras". Es que ""es mi viejo, le debo muchas cosas", indicó. ¿Muchas cosas? Por no decir todas, desde la fortuna hasta la relativa fama que le permitió, primero, ser presidente de Boca y de ahí a gobernar -por así decirlo- la Ciudad.

Ante la pregunta "¿cómo le cambiaron la vida estos cuatro años de gestión?", el hombre fue claro: "Me cambió mucho más con Boca, porque me habían secuestrado". Ahora, como jefe de Gobierno, es evidente que se puede permitir largas licencias, viajes con su nueva esposa embarazada, aburrirse si se dedica a trabajar...

En el terreno de las contradicciones, Macri tuvo su clímax cuando, ante la pregunta "¿La escuela pública está mejor que hace cuatro años?", respondió convencido y exultante: "¡Si! Está mejor. Terminamos con la emergencia edilicia y concretamos más de 1500 obras. Todas tienen calefacción, Internet, inglés desde primer grado y ahora avanzamos con una computadora por alumno".

Suspicaz, la periodista repreguntó: "Con todas estas virtudes... ¿Mandará a su hija a una escuela del Estado, entonces?" Rspuesta: "Podría ser, por qué no. Todas estas virtudes son como la base, pero falta muchísimo todavía. Ahora viene el desafío de la calidad", empezó a retraer su entusiasmo anterior.

-Le tomo la palabra. En seis años a su hija le tocaría ir a primer grado -dijo la periodista.

-Hay que ver si la educación pública evoluciona tanto como para que no sea lo mismo que ahora.

Pero cómo: ¿no era que la educación pública en la Ciudad era de calidad, genial, con inglés, internet, una computadora por alumno, etc.? De qué habla Macri cuando dice que mandará a su hija por nacer a la escuela pública si "evoluciona para que no sea lo mismo que ahora..."?

-¿Mira 678? -preguntó la periodista.

-Estoy invicto -respondió el candidato del Pro. Es decir: nunca lo vio. No obstante, al preguntársele su opinión del ciclo, opinió como suele hacer sobre muchas cosas: sin saber. Es que sigue teniendo quien le sople al oído -algún asesor omnipresente- cuanto debe decir en público.

En fin, opinó: "Me parece muy mal que 678 esté en el canal del Estado. La televisión pública tiene que ser imparcial. El Gobierno no puede utilizar a los medios del Estado para agredir a todos aquellos que no piensan igual. Esto es inédito, no se vio en ninguna parte del mundo. Si fuera presidente, ese programa no existiría". Un lisa y llana amenaza a la libertad de prensa...

"No me parece lógico debatir en la UBA", dijo sobre el debate al que no concurrirá. "La UBA tiene mucho entusiasmo pero tuvo problemas en sus últimas elecciones. ¿Cómo va a garantizar que eso no se transforme en un acto político", cuestionó Macri. Y fue tajante: "No me parece lógico lo que plantea la UBA. Hasta ahora esa institución nunca ha puesto límite a la agresión y al desbande".

Esta es la opinión que Macri tiene sobre la UBA en particular, y la universidad pública en general. "Esta institución", así, con desprecio, se refiere el jefe de Gobierno a cuanto es público. Y así gobierna la Ciudad.

Fuente: Diarioregistrado.com, miercoles 6 de julio de 2011

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