lunes, 18 de julio de 2011

Un chico sufrió fractura de cráneo al caer una reja del Parque Chacabuco


El viernes 8 de julio, Natalia Asprea llevó a su hijo Salvador (de 5 años) y a otro amiguito a disfrutar del Parque Chacabuco, como suelen hacerlo habitualmente desde que la familia se mudó a tres cuadras, en 2005. Alrededor de las 16, se dirigieron al sector de juegos, ubicado sobre Eva Perón y Achával, y cuando su “gordo”, como lo llama ella, fue a abrir la puerta enrejada para ingresar, esta se le vino encima provocándole una doble fractura de cráneo. Su madre denunció que “el portón, de unos 200 kilos de peso, se encontraba fuera de las bisagras, mal apoyado y sin fajas de seguridad”, en un tramo de obras que, se suponía, habían sido estrenadas hace pocos meses por el macrismo, antes de que un amparo frenara el resto de los trabajos en el parque. El gobierno porteño aseguró haber despedido “al empleado responsable” y ofreció costear los medicamentos, aunque finalmente lo debieron pagarlos los propios padres.
“Llegando al sector de juegos, agarró la puerta para abrirla. Estaba mal apoyada, sin faja, fuera de las bisagras y lo fue aplastando, primero las piernas y lo último fue la cabeza. Corrí shockeada y con las dos manos no podía levantarla. Él estaba abajo, aplastado, con sangre que le salía del oído, una situación espantosa”, relató la madre a Tiempo Argentino.
Alguien la ayudó con la puerta y Natalia pudo salir con el nene en un taxi rumbo a la Clínica Santa Isabel, donde le efectuaron una tomografía que dio como resultado “una fractura del peñasco a nivel de cráneo y otra más también en esa zona”. Pasó más de una hora y media hasta que su oído paró de sangrar, y tras permanecer 72 horas en observación, Salvador fue dado de alta. Durante tres semanas deberá guardar reposo, y un tiempo después podrá volver al jardín de infantes, tomando precauciones para no recibir nuevos golpes en la cabeza. “Unos pocos centímetros más hacia la nuca y la historia sería completamente distinta”, sostuvo Natalia, y remarcó el daño psicológico: “No sé ahora cómo va a estar cuando vuelva a jugar. Nos vinimos a vivir acá por el parque, cuando llevaba seis meses de embarazo, para que el nene tuviera dónde jugar. Y ahora me dice que no quiere volver ahí.”
Ella y su pareja, Leonardo, hicieron la denuncia y llamaron al gobierno de la Ciudad. “Estaban esperando que los llamáramos, porque se habían enterado por un vecino.” Les dijeron que la persona a cargo “ya había sido sacada de su puesto” y se ofrecieron a conseguir la amoxicilina + clavulánico que precisa Salvador. “Pero al final, no lo hicieron y lo compramos nosotros”, afirmó Natalia. Luego de la denuncia, empleados municipales retiraron las rejas que estaban en mal estado. “No sé por qué no lo hicieron antes. El padre de un amigo de mi hijo nos dijo que hacía tres semanas que la puerta estaba así. Le podría haber tocado a cualquiera.”
Salvador recuerda el episodio y le repite a su madre que no fue culpa de él, que “no quería que se me cayera”. Ella le explica que el culpable es la persona que debía encargarse del lugar. Y su hijo le responde: “Entonces, esa persona tiene que recibir una prenda.” <
Antecedentes
A principios de diciembre de 2009, Zahira Morales, de 6 años, resultó herida por la caída de un árbol en Plaza Almagro. Después de pasar un mes internada, le dieron el alta, aunque volvió a tener una recaída en abril de este año. Su madre aseguró que “el mayor responsable es Mauricio Macri. Una plaza debería ser uno de los lugares más seguros de la Ciudad de Buenos Aires. Pero no fue así.”
En un mes, entre agosto y septiembre de 2010, hubo dos derrumbes (uno en un gimnasio de Villa Urquiza y otro en Beara, un boliche de Palermo) que causaron la muerte, en total, de cinco personas, y más de 30 heridos. Todos los familiares aseguraron que no recibieron ningún llamado oficial en solidaridad por lo ocurrido.
El 15 de junio de este año, una alumna de 7º grado del Colegio Normal 7, de Almagro, sufrió un fuerte golpe en un costado del cuerpo cuando se le vino encima la puerta de acceso al establecimiento, reinaugurado en febrero, pese a las denuncias de los padres de que no estaba en condiciones.
“Esquivando obstáculos”
Según relató Natalia Asprea, el sector del accidente fue remodelado recientemente. “Lo inauguraron a fines del año pasado. No pensás que en un sector nuevo va a haber bisagras rotas y puertas desprendidas”, consideró la madre de Salvador. Las obras en Parque Chacabuco comenzaron en 2009, por un valor de $ 99 millones. Los vecinos denunciaron el remplazo del espacio verde por cemento, el quite de luminarias históricas y la modificación del patrimonio histórico del centenario lugar. Luego, un amparo frenó las obras, y a finales de junio, el juez Roberto Gallardo comenzó a citar a funcionarios macristas para que explicaran en qué consistían. “Comenzaron a trabajar sin presentar plan de obras ni estudio de impacto ambiental. Tenías que ir esquivando obstáculos. En ese contexto, a alguien se le puede caer una puerta en la cabeza, puede tropezar con un adoquín o caer a un pozo”, comentó a Tiempo Argentino Carlos Gullo, representante electo por la Comuna 7.

Fuente: Tiempo argentino, lunes 18 de julio de 2011

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