Cada uno costó más de 1500 pesos. El ministro de Justicia justificó ante
los legisladores su adquisición con el argumento de que son antibalas.
También tuvo que dar cuenta por la compra de pistolas a una empresa que
ya había entregado una partida defectuosa.
Las compras de relojes a más de 1500 pesos cada uno para la Policía
Metropolitana y de pistolas a una empresa que ya entregó material
defectuoso formaron parte del menú en la audiencia en la Legislatura a
la que asistió el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo
Montenegro. El funcionario macrista defendió el incremento de
presupuesto y sostuvo que los relojes cuestan eso porque son antibalas.
Los legisladores de la oposición cuestionaron “el despilfarro de la
Metropolitana”.
Casi completamente rapado, Montenegro hizo su entrada a la Comisión
de Presupuesto al mediodía. “Para mí, Montenegro se mimetizó con el
personal policial a cargo”, lo gastó por Twitter el legislador Diego
Kravetz. El ministro no tuvo una visita complicada, si se la compara con
las que le tocó pasar con la designación de Jorge “Fino” Palacios y la
comisión investigadora de las escuchas ilegales. Montenegro detalló que
para finales del año que viene el 40 por ciento de los agentes de la
Metropolitana serán egresados de su academia y bajará el ingreso de
policías de otras fuerzas. También anunció que la Metropolitana empezará
a patrullar la Comuna 4 el año próximo con camionetas.
Luego de su exposición vinieron las preguntas y las críticas por los
manejos presupuestarios. El legislador de Nuevo Encuentro Gonzalo
Ruanova quiso saber por qué “pasamos de 38 a 50 millones para seguridad
privada”. Montenegro retrucó que está cubriendo objetivos que dejó la
Policía Federal. “Felicito al ministro por lograr incrementar sus
recursos y ser su ministerio el quinto en importancia, con una
incidencia del 6 por ciento”, ironizó Julio Raffo, de Proyecto Sur.
“Representa un 4,96 por ciento”, le aclaró Montenegro. “Ha aumentado y
seguirá aumentando”, avisó.
Luego llegó el turno del ibarrista Eduardo Epszteyn, quien desplegó
sus dudas sobre una serie de compras de la Metropolitana. Empezó por la
adquisición de 33 relojes por 59.994 pesos. “¿Para qué compran relojes
por 1500 pesos cada uno?”, preguntó Epszteyn. “Son relojes especiales,
antibalísticos”, le contestó Montenegro. A la discusión se sumó el
macrista Alvaro González, que preside la Comisión de Presupuesto: “Son
relojes como los del agente 86”, lanzó. La kirchnerista María José
Lubertino aportó lo suyo entre las risas: hizo el gesto de juntar los
brazos para protegerse como los brazaletes de la Mujer Maravilla.
Epszteyn volvió a la carga con otras compras: advirtió que la
empresa Trompia, a la que le habían comprado las primeras 850 pistolas
Beretta Px4 Storm había tenido problemas con los cargadores. Según un
informe de la Auditoría que recordó Epszteyn, “el 13 de enero de 2010 el
comisionado general de la Policía Metropolitana eleva una nota a la
Jefatura Policial notificando la devolución de 385 cargadores sobre un
total de 450, que presentaban fisuras en el lateral derecho.
Conjuntamente se devuelven cuatro pistolas”. El 80 por ciento de los
cargadores era defectuoso.
El mismo informe de la auditoría señala que “el precio abonado por
el bien supera al primer precio de referencia en un 96 por ciento”. De
2500 pesos de referencia a 4635 pesos. Por ley, no debería superar el 5
por ciento. A pesar de esto –advirtió Epszteyn– volvieron a comprarle a
Trompia este año. Esta vez, mil pistolas Beretta por 910 mil euros.
Montenegro quedó en responderle sobre éste y otros temas: los 120
mil pesos en “consultoría en materia de comunicación institucional” a la
firma AR y Asociados, de Alejandra Rafuls, junto a otros dos millones
ochocientos mil pesos en consultorías, una resolución que permite que la
empresa Froilán-Taraborelli Automobile S.A. “promocione los beneficios
en cuestión entre el personal de la fuerza” en las distintas
dependencias de la Metropolitana, del inolvidable camión hidrante (ver
aparte).
“La presentación del ministro Montenegro fue una vez más sumamente
desprolija: no puede fundamentar un incremento del presupuesto del 90
por ciento y con un informe de Auditoría que señala las
irregularidades”, indicó Epszteyn a Página/12. En tanto, el kirchnerista
Francisco “Tito” Nenna estimó que “el PRO despilfarra recursos públicos
en seguridad”.
Fuente: Pagina/12, viernes 14 de octubre de 2011
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