martes, 14 de junio de 2011

Macri debe declarar mañana por los abusos de la UCEP

El magistrado lo convocó bajo apercibimiento de impulsar su desafuero. Hasta ayer no había pedido posponer la audiencia. Esta investigación podría costarle otro procesamiento.
Mauricio Macri deberá presentarse mañana a las 11:30 a su cuarta citación a declaración indagatoria en la causa UCEP, por orden del juez Facundo Cubas. La investigación por su responsabilidad en los abusos cometidos contra indigentes en situación de calle por personal de la ex Unidad de Control de Espacio Público sigue siendo un dolor de cabeza para el jefe de gobierno. Citado bajo el apercibimiento de que se impulse su desafuero, no pidió posponer la audiencia y esta vez debería acudir a la cita. Hasta el momento, su estrategia defensiva ha sido evitar por todos los medios presentarse en el juzgado, o declarar por escrito, como le permite su cargo. Su testimonio es el único pendiente para que el juez pueda definir su destino judicial, el del ex ministro de Espacio Público, Juan Pablo Piccardo, y el de una veintena de agentes porteños en la causa que investiga amenazas, coacción agravada e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
El resultado de esa audiencia, a menos de un mes de las elecciones porteñas, podría –según afirma la querella por la cantidad de pruebas recopiladas– costarle a Macri un segundo procesamiento en su contra, que se sumaría al del expediente por las escuchas ilegales. Desde el macrismo minimizan las consecuencias de un revés y especulan que, feria judicial de por medio, cualquier resolución llegue luego de una eventual ratificación en las urnas. Si efectivamente se presenta en el juzgado, Macri habrá logrado ganar seis meses de tiempo desde que fue citado a declarar por primera vez, el 10 de diciembre del año pasado.La Agrupación HIJOS, junto a otras organizaciones sociales y de Derechos Humanos, se manifestará en las puertas del tribunal a la espera de que Macri se presente. 
El líder del PRO nunca hizo mención pública a la causa. Tampoco pudo acusar al juez de un direccionamiento de la investigación en su contra, tal como hizo con Norberto Oyarbide por las escuchas ilegales. Pese a que también intentó recusar a Cubas como lo hizo con Oyarbide, su propia defensa retiró el recurso días antes de que fuera analizado y de seguro rechazado por la Cámara del Crimen. Tampoco acusó a Cubas de ser un magistrado “afín al  kirchnerismo”, porque se trata del mismo juez que le dictó un sobreseimiento en la investigación por la millonaria licitación del mobiliario urbano, que benefició a una empresa cercana al ex presidente de Boca. La Cámara del Crimen revisó y anuló esa resolución, además de apartar a Cubas de la causa que sigue abierta,con Macri también como imputado.
Los querellantes no son opositores políticos a la gestión PRO sino indigentes. Una de las denunciantes hoy trabaja en una dependencia del gobierno porteño, incorporada luego de que el escándalo tomara estado público. La mayor parte del personal de la disuelta unidad también sigue revistando en las filas del gobierno porteño. Con todo, la estrategia del jefe de gobierno fue agotar todos los recursos judiciales y apelaciones posibles para postergar su visita al juzgado de Cubas. Pospuso su primera citación y faltó sin aviso a la segunda el 25 de febrero. A los 40 minutos de la hora fijada, sus abogados pidieron una prórroga, ya que Macri estaba en un acto de campaña en simultáneo. Cubas accedió, pero estableció el 18 de marzo como la tercera citación y le advirtió que impulsaría su desafuero en la Legislatura si no se presentaba. Tres días antes de comparecer, Macri se embarcó en una gira protocolar por las ciudades de Washington y París, mientras sus abogados pedían que se declarara nula su citación por no haber sido pedida por el fiscal. Apelaron y recusaron al juez, pero fue en vano.
La estrategia de dilatar los plazos dejó al juez presionado más en lo político que en lo jurídico. Si declara, Cubas tendrá diez días hábiles para decidir, lapso que coincidiría con la recta final de la campaña porteña y estará muy cerca de la feria que comenzará el 18 de julio. En el caso de que Macri vuelva a ausentarse, el trámite de desafuero debería prosperar dentro del recinto, con nulas posibilidades. Conducirlo a declarar por medio de la fuerza pública para evitar que la causa se estanque es una medida que hasta el momento Cubas prefirió evitar para impedir que pueda ser utilizada electoralmente.

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