Cuando Mauricio Macri tiene encuestas propias que lo benefician hace al revés que el resto de los candidatos porteños: no las difunde . Lo hizo en 2007 y mal no le fue. Lo hace también ahora. Es una estrategia que tiende a no levantar demasiado la atención , mucho menos en momentos en los que quienes marchan segundo y tercero se sacan chispas por ver quién llega al balotaje . Esas encuestas que en el macrismo mantienen en reserva le están dando al jefe de Gobierno una intención de voto del cuarenta por ciento.
Macri ya piensa en el diez por ciento que le falta para permanecer otros cuatro años en el poder. ¿Cómo lograrlo? Hoy el plan contempla una sorpresa propia de campaña: la intención es pegar una pirueta ideológica. Sus asesores le pidieron que se corra del centroderecha y que se exhiba como un postulante de centro . La movida fue diseñada para salir a la caza de algún voto progresista y para capturar el descontento de quienes nunca simpatizaron con el PRO pero sienten aún más aversión por cualquier lista que huela a kirchnerismo.
Hay algunas muestras claras que desnudan la iniciativa.
La primera acción fue que Macri dejara de hablar de Seguridad y de mano dura , el tema que, según los propios conductores de PRO, catapultó a su jefe al sillón de Bolívar 1 en las elecciones pasadas. La segunda será focalizar el discurso en cuestiones sociales . Y la tercera la pueden ver los habitantes que caminan la Ciudad: Macri posa en los afiches con trabajadores y “gente común”, como la llaman algunos macristas en privado.
No es casual que, después de un período de dudas, Macri haya elegido a su ministra de Desarrollo Social, Maria Eugenia Vidal, como compañera de fórmula. Fue una decisión que consultó con Jaime Durán Barba y que forma parte de la estrategia electoral. En una reunión de la mesa chica de noviembre pasado el asesor ecuatoriano había dicho que si su cliente no apostaba fuerte por “lo social” podía perder la elección.
“El voto de la derecha ya lo acaparamos todo y nos es fiel. Ahora vamos por el resto”, dicen cerca del jefe de Gobierno. “Aunque parezca increíble, en el sur de la Capital las encuestas nos dan mejor que en el norte ”, se dijo hace unos días en el despacho del mismo Macri. Sus asesores creen que los vecinos que disponen de menores ingresos valoran las mejoras en los lugares públicos, como escuelas y plazas. En cambio, quienes viven en el norte exigen que les resuelvan cuestiones más complejas, como la inseguridad y el tránsito .
“Mal que les pese a los candidatos que se presentan como progresistas, nosotros los podemos correr por izquierda porque hemos hecho más que los gobiernos anteriores , sobre todo más que a gestión Ibarra-Filmus”, sostiene Marcos Peña, el secretario general del Gobierno porteño.
Asociado desde siempre con ideas de derecha, Macri ha intentado escaparle al debate ideológico desde que desembarcó en la arena política. Durante esta campaña aquella actitud podría modificarse. Al menos, estudia hacerlo cuando debata por televisión con sus contrincantes, un debate previsto para el miércoles 29 en el canal TN, como adelantó ayer Clarín .
En los despachos abocados al debate preparan un borrador con consignas sociales que van desde la línea de créditos sociales que sacó el Banco Ciudad hasta la urbanización de villas y mejoras en la infraestructuras de las escuelas. Formarán parte de los spots televisivos y radiales del último tramo de la campaña.
Palacios fue convocado por el juez federal Norberto Oyarbide para el próximo 30 de este mes, y por los mismos hechos además fue citado el también ex jefe de la Metropolitana Osvaldo Chamorro para el 1 de julio. Ambos eran los dueños de la consultora Security Strategic Consultancy SRL, en cuyas computadoras se hallaron informes con datos patrimoniales y financieros de los legisladores Gonzalo Ruanova, Silvia La Ruffa y Diana Maffía, el dirigente del gremio de los empleados municipales Patricio Datarmini y el propio jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Macri ya piensa en el diez por ciento que le falta para permanecer otros cuatro años en el poder. ¿Cómo lograrlo? Hoy el plan contempla una sorpresa propia de campaña: la intención es pegar una pirueta ideológica. Sus asesores le pidieron que se corra del centroderecha y que se exhiba como un postulante de centro . La movida fue diseñada para salir a la caza de algún voto progresista y para capturar el descontento de quienes nunca simpatizaron con el PRO pero sienten aún más aversión por cualquier lista que huela a kirchnerismo.
Hay algunas muestras claras que desnudan la iniciativa.
La primera acción fue que Macri dejara de hablar de Seguridad y de mano dura , el tema que, según los propios conductores de PRO, catapultó a su jefe al sillón de Bolívar 1 en las elecciones pasadas. La segunda será focalizar el discurso en cuestiones sociales . Y la tercera la pueden ver los habitantes que caminan la Ciudad: Macri posa en los afiches con trabajadores y “gente común”, como la llaman algunos macristas en privado.
No es casual que, después de un período de dudas, Macri haya elegido a su ministra de Desarrollo Social, Maria Eugenia Vidal, como compañera de fórmula. Fue una decisión que consultó con Jaime Durán Barba y que forma parte de la estrategia electoral. En una reunión de la mesa chica de noviembre pasado el asesor ecuatoriano había dicho que si su cliente no apostaba fuerte por “lo social” podía perder la elección.
“El voto de la derecha ya lo acaparamos todo y nos es fiel. Ahora vamos por el resto”, dicen cerca del jefe de Gobierno. “Aunque parezca increíble, en el sur de la Capital las encuestas nos dan mejor que en el norte ”, se dijo hace unos días en el despacho del mismo Macri. Sus asesores creen que los vecinos que disponen de menores ingresos valoran las mejoras en los lugares públicos, como escuelas y plazas. En cambio, quienes viven en el norte exigen que les resuelvan cuestiones más complejas, como la inseguridad y el tránsito .
“Mal que les pese a los candidatos que se presentan como progresistas, nosotros los podemos correr por izquierda porque hemos hecho más que los gobiernos anteriores , sobre todo más que a gestión Ibarra-Filmus”, sostiene Marcos Peña, el secretario general del Gobierno porteño.
Asociado desde siempre con ideas de derecha, Macri ha intentado escaparle al debate ideológico desde que desembarcó en la arena política. Durante esta campaña aquella actitud podría modificarse. Al menos, estudia hacerlo cuando debata por televisión con sus contrincantes, un debate previsto para el miércoles 29 en el canal TN, como adelantó ayer Clarín .
En los despachos abocados al debate preparan un borrador con consignas sociales que van desde la línea de créditos sociales que sacó el Banco Ciudad hasta la urbanización de villas y mejoras en la infraestructuras de las escuelas. Formarán parte de los spots televisivos y radiales del último tramo de la campaña.
Indagatoria a Palacios por las escuchas
El ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios fue citado a declaración indagatoria, acusado de haber realizado espionaje a diputados y dirigentes gremiales opositores a Mauricio Macri a través de una consultora de seguridad, en el marco de la causa por las escuchas telefónicas en la que está procesado.
Palacios fue convocado por el juez federal Norberto Oyarbide para el próximo 30 de este mes, y por los mismos hechos además fue citado el también ex jefe de la Metropolitana Osvaldo Chamorro para el 1 de julio. Ambos eran los dueños de la consultora Security Strategic Consultancy SRL, en cuyas computadoras se hallaron informes con datos patrimoniales y financieros de los legisladores Gonzalo Ruanova, Silvia La Ruffa y Diana Maffía, el dirigente del gremio de los empleados municipales Patricio Datarmini y el propio jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Clarin, jueves 9 de junio de 2011
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